La práctica deportiva proporciona numerosos beneficios para la salud, tanto a nivel físico, previniendo enfermedades como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares, como a nivel anímico, previniendo el estrés y mejorando la salud mental, la calidad de vida y la sensación de bienestar1,2.
Una dieta sana es esencial para poder disfrutar del deporte y obtener de él el máximo provecho. La alimentación es la manera de proporcionar al organismo las sustancias esenciales para el mantenimiento de sus funciones. Hay muchas formas de alimentarse y es responsabilidad del deportista el saber elegir de forma correcta los alimentos que sean más convenientes para su salud y que influyan de forma positiva en su rendimiento físico2,3.
No existen alimentos completos que contengan todos los nutrientes y en la cantidad óptima requerida por el cuerpo humano. Por tanto, es necesario seguir una dieta variada que nos aporte la energía y los nutrientes necesarios, adaptada siempre a la intensidad y tipo de actividad, la duración del ejercicio, la edad, sexo y composición corporal, la temperatura del ambiente, y el grado de entrenamiento3.
Además de los alimentos que nos aportan energía, son esenciales aquellos que contienen micronutrientes, es decir, vitaminas y minerales, ya que todos ellos intervienen en los procesos de adaptación que tienen lugar en el cuerpo durante el entrenamiento y el periodo de recuperación. Para mantener unos niveles adecuados de micronutrientes es recomendable consumir una dieta abundante en alimentos de origen vegetal, como las frutas, que son los más ricos en vitaminas y minerales3.
En general, las frutas pueden desempeñar un papel funcional en la salud y el ejercicio debido a su contenido en hidratos de carbono, fibra, minerales, vitaminas, agua y componentes fitoquímicos bioactivos, incluidos compuestos fenólicos como antocianinas, elagitaninos, resveratrol y quercetina4.
Las frutas, por su alto contenido en vitaminas, tienen efecto antioxidante, una característica fundamental cuando hablamos de deporte, ya que el ejercicio físico intenso y mantenido genera una cantidad excesiva de radicales libres que pueden producir fatiga crónica. Para defenderse, el organismo necesita antioxidantes, que neutralizan los radicales libres, evitando así la lesión de los tejidos3.
El antioxidante por excelencia es la vitamina C, que estimula la reparación y formación de los tejidos más importantes, necesarios durante la actividad física3. Entre las frutas, la que tiene el contenido más elevado de vitamina C es el kiwi, ya que 100 g de kiwi Zespri™ Green contienen 85,1 mg de vitamina C, y 100 g de kiwi Zespri™ Sungold contienen 161,3 mg, lo que permite cubrir sobradamente las recomendaciones diarias de vitamina C de un adulto. El kiwi contiene también otras sustancias como son la vitamina E, luteína, zeaxantina y fitoquímicos, muchas de ellas con propiedades antioxidantes5.
Además, el kiwi es rico en potasio, un mineral que interviene en numerosas funciones, como la contracción del tejido muscular, la mineralización ósea y el mantenimiento de un adecuado estado de hidratación, y, por tanto, vital para el movimiento, los ejercicios musculares y cualquier actividad física5.
Así pues, para optimizar el rendimiento deportivo y el beneficio en salud es esencial comer de forma responsable, siguiendo una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y teniendo en cuenta los requerimientos energéticos en cada momento y las características individuales.
Bibliografía
Nuevas tendencias de nutrición: Alimentación aplicada al bienestar emocional
déjanos un comentario