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La Medicina Culinaria como herramienta terapéutica para potenciar la alimentación saludable

Medicina culinaria

La Medicina Culinaria, definida en el 2013 como la ciencia y la práctica de la cocina saludable1, es una disciplina emergente que se centra en un enfoque interdisciplinario de los alimentos, apostando por conocimientos teóricos en nutrición y también por conocimientos prácticos en cocina2.

El objetivo de la Medicina Culinaria es proporcionar información para poder decidir sobre la ingesta de alimentos o tomar decisiones útiles para llevar a cabo una alimentación saludable. En este caso, los dietistas-nutricionistas son los más capacitados para ello, con el apoyo del resto de profesionales sanitarios. A través de recomendaciones sencillas y fáciles de aplicar pueden impactar en los pacientes y lograr que asimilen la importancia y se decanten por buenos hábitos alimentarios.

Por todo ello, es determinante ir adquiriendo a lo largo de la vida conocimientos básicos tanto en nutrición como en cocina, ya que, actualmente, la cocina es un pilar fundamental en las guías alimentarias y las habilidades culinarias se consideran un factor de prevención de enfermedades3.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), una alimentación saludable debe ser equilibrada, variada y moderada, pero además debería ser segura, sostenible y social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la alimentación sana y equilibrada como aquella que protege de la malnutrición y que previene de enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer4.

Como fomentar la alimentación saludable a través de la Medicina Culinaria

Algunos pequeños cambios que se pueden realizar para potenciar la alimentación saludable en el día a día son:

  • Basar la dieta en el consumo mayoritario de frutas y verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, seguidos de aceite de oliva virgen extra, lácteos, pescados, huevos y carnes blancas y magras y, por último, optando por un consumo ocasional de carnes rojas y dulces.
  • Procurar realizar comidas en familia o en compañía, con cantidades moderadas y priorizando el consumo de alimentos variados para conseguir una buena cantidad y calidad de nutrientes.
  • Variar lo máximo posible en los alimentos que ingerimos y las técnicas culinarias con las que los elaboramos para no caer en la monotonía y así disfrutar más a la hora de comer.

También existen herramientas prácticas y fáciles de utilizar que permiten acercar al paciente a la alimentación saludable, como, por ejemplo, el método del plato5, que ayuda a una persona a tener mayor conciencia de lo que come. Este procedimiento consiste en dividir el plato en 4 partes iguales; la mitad debe cubrirla mayoritariamente la verdura y la fruta; otro cuarto debe ser un alimento rico en hidratos de carbono, preferiblemente integral, y el último cuarto debe consistir en proteínas de origen animal (pescado, carne magra, huevo…) o vegetal (legumbres). Es recomendable que la bebida sea el agua, y que el postre priorice el consumo de frutas. A modo de ejemplo, un buen menú puede elaborarse con un plato de arroz integral con pollo y brócoli, junto con un vaso de agua y un kiwi Zespri™ para el postre.

Otra herramienta interesante que puede ser de gran utilidad, en esta ocasión a la hora de hacer la compra, es el Mercado Saludable de los Alimentos. Esta infografía descargable muestra el consumo recomendado de los distintos grupos de alimentos, permitiendo que el paciente elija y pueda organizar una dieta variada, equilibrada y moderada para mantener un estado de salud óptimo.

Por último, cabe destacar que, como profesionales de la salud, es necesario reflexionar, investigar y actuar sobre la Medicina Culinaria, donde la nutrición y la gastronomía deben ir de la mano para promocionar la salud y la prevención de las enfermedades asociadas a una alimentación desequilibrada. Además, es necesario prestar atención a todas las elecciones alimentarias que surgen en el día a día y tratar de elegir las más coherentes en cada momento, apoyados en los conocimientos adquiridos previamente en cocina, alimentación y nutrición.

Bibliografía

  1. Marcus, J. B. (2013). Culinary nutrition: the science and practice of healthy cooking. Academic Press.
  2. de Tomas, I., Cuadrado, C., & Beltran, B. (2021). Culinary nutrition in gastronomic sciences. A review. International Journal of Gastronomy and Food Science25, 100406.
  3. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016): la nueva pirámide de la alimentación saludable.
  4. Diet, nutrition and the prevention of chronic diseases: report of a Joint WHO/FAO Expert Consultation. WHO Technical Report Series, No. 916. Geneva: World Health Organization; 2003.
  5. Harvard School of Public Health. Healthy Eating Plate. 2011. En línea: http://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-eating-plate/ [Consulta: 12 de septiembre de 2022].
FEN
Fundación Española de la Nutrición

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