La vitamina C es un micronutriente esencial requerido para el funcionamiento metabólico de nuestro organismo. Está bien documentado que este elemento desempeña numerosas funciones y aumenta la producción de muchas hormonas y neurotransmisores, como la adrenalina, la serotonina y la oxitocina, que controlan los niveles de estrés, regulan el humor y favorecen la sensación de bienestar. Además, en el cerebro, la vitamina C produce colágeno en el tejido conectivo, forma vasos sanguíneos y contribuye a la ramificación de las células nerviosas, y actúa como antioxidante. En consecuencia, se puede afirmar que la vitamina C también es importante para mejorar nuestro estado anímico1-3.
Los humanos dependen de la ingesta dietética para obtener vitamina C, ya que carecen de la enzima gulonolactona oxidasa, necesaria para sintetizar el ácido ascórbico2. Debido a que la vitamina C es soluble en agua y no puede almacenarse en el tejido adiposo del cuerpo, nuestros depósitos de este nutriente son limitados. Esta situación provoca que necesitemos ingerirla regularmente con los alimentos, sobre todo para mantener nuestros niveles de energía y vitalidad3.
Sentirse vital se considera como un componente clave en el funcionamiento psicológico saludable, en la capacidad de autorregulación, en el rendimiento laboral y en el planteamiento y consecución de objetivos. Síntomas y signos como la fatiga, la disminución de la motivación y los cambios de humor pueden sugerir un déficit de vitamina C, impulsados por factores externos como dietas poco saludables e inadecuadas, estrés, tabaquismo y consumo excesivo de alcohol y estupefacientes2.
Una dieta saludable y equilibrada, con abundantes verduras y frutas, debería cubrir las necesidades generales de vitamina C. Entre las verduras, destacan por su aportación de vitamina C el pimiento rojo, el tomate, el perejil, las coles de Bruselas, el brécol, los berros, la lombarda, el repollo, los canónigos y las espinacas. Entre las frutas, son ricas en vitamina C los cítricos (naranja, mandarinas, pomelo), las fresas y la papaya, pero destaca especialmente el kiwi (100 g de kiwi Zespri™ Green contienen 85,1 mg de vitamina C, y 100 g de kiwi Zespri™ SunGold contienen 161,3 mg, lo que permite cubrir las recomendaciones diarias de vitamina C con una sola pieza de fruta)4,5.
Puesto que la vitamina C se asocia con la vitalidad, es plausible que incluir habitualmente en la dieta una fruta especialmente rica en este nutriente, como el kiwi, mejore nuestro humor y nuestra sensación de bienestar. Un estudio llevado a cabo por investigadores de Nueva Zelanda ha valorado los efectos de comer kiwi sobre la vitalidad y ha demostrado que, efectivamente, las personas que consumieron kiwi mostraron una mejora significativa en el estado de ánimo y el bienestar. Estos resultados sugieren que el contenido de vitamina C de la fruta puede ser un componente significativo que contribuya a mejorar la vitalidad6.
Otros compuestos del kiwi que podrían explicar sus efectos sobre la vitalidad y el bienestar emocional son la fibra, el folato y el potasio, que también han sido relacionados con la salud mental y que se encuentran en proporciones relativamente altas en el kiwi6.
Bibliografía
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