El concepto de alimentación y el modo de seleccionar los alimentos han cambiado en los últimos años debido al aumento de la variedad de alimentos disponibles y la accesibilidad a los mismos. Estos cambios pueden tener efectos tanto positivos como negativos sobre nuestra salud y bienestar.
Un aspecto que puede verse influenciado por nuestra alimentación es el estado de ánimo. La relación entre el estado de ánimo y la comida es compleja. Por una parte, el estado de ánimo puede influir en los alimentos que elegimos comer y alterar nuestros patrones alimentarios, ya sea por comer en exceso o por comer con menos frecuencia. Por otra parte, algunas evidencias indican que la elección de alimentos específicos afecta significativamente el estado de ánimo. En este sentido, investigaciones recientes sugieren que los alimentos saludables tienen beneficios para la salud mental y pueden ser una inversión de por vida en el bienestar futuro.
No hay que olvidar, además, el poder de la publicidad, que puede condicionar e incluso llegar a controlar los comportamientos alimentarios, los hábitos nutricionales y las elecciones de alimentos.
Las frutas y verduras contienen micronutrientes como vitaminas hidrosolubles y minerales relacionados con la salud y el bienestar, así como altas cantidades de fitoquímicos con efectos antioxidantes, antibacterianos y antimutagénicos, por lo que deben ser parte fundamental de nuestra dieta. Debido a su alto valor nutricional, el consumo elevado de verduras y frutas variadas asegura obtener el requerimiento diario de vitaminas y minerales necesarios para mantener la salud y prevenir enfermedades, y se ha asociado además con una buena salud psicológica, funciones cognitivas y estado de ánimo. Por ejemplo, un kiwi Zespri™ SunGold nos aporta vitamina C, fibra, folato y potasio, elementos que contribuyen a una mejora del estado anímico.
Igualmente, importantes son las proteínas, que juegan un papel clave en la formación de ADN, la síntesis de hormonas, el crecimiento y la construcción de músculos y tejidos. Además de sus funciones fisiológicas, las proteínas pueden afectar el humor, la energía y las capacidades cognitivas. Las proteínas las obtenemos del consumo de carne, huevos, legumbres, frutos secos o soja.
Finalmente, no debemos olvidarnos del agua, que es el elemento más esencial para la vida. Cumple innumerables funciones vitales para nuestro organismo, de modo que un consumo insuficiente de agua puede tener muchas repercusiones negativas para nuestra salud y afectar también el humor y el nivel de energía. Además de los alimentos mencionados anteriormente con efectos moduladores del estado de ánimo, otros nutrientes que han demostrado afectar el estado de ánimo en diversos estudios son el hierro, el ácido fólico, la tiamina y los ácidos grasos Omega 3.
Los alimentos con sabor dulce influyen positivamente en el estado de ánimo, siendo el efecto mayor en las mujeres que en los hombres. Especialmente importante es el chocolate, que generalmente aumenta los sentimientos agradables y alivia la tensión. Esto es así porque contiene ingredientes como la teobromina y la cafeína, que tienen propiedades estimulantes, y sustancias químicas psicoactivas con propiedades antidepresivas. Sin embargo, debido a su elevada aportación de calorías, debe consumirse con moderación, y se recomienda elegir aquellas variedades cuya composición supera el 80% de cacao (ya que contienen menos azúcares).
También el consumo de café se asocia con cambios en el humor, reducción de la fatiga y aumento del estado de alerta. Es bien sabido que tomar café por las mañanas disminuye la tensión matutina y mejora el rendimiento. Sin embargo, el consumo excesivo de cafeína puede conducir a muchos efectos secundarios como tensión, nerviosismo, ansiedad, dolor de cabeza e insomnio, por lo que, de la misma manera que el chocolate, conviene regular su ingesta.
Así pues, los alimentos que elegimos comer pueden mejorar o deprimir nuestro estado de ánimo y, a su vez, el estado de ánimo puede condicionar nuestra elección de alimentos. Ser conscientes de que lo que comemos influye directamente en nuestra salud y bienestar es determinante, y nos ayudará a elegir alimentos saludables como verduras y frutas, que nos ayudan no solo a estar sanos, sino también a estar de buen humor y a sentirnos bien.
Bibliografía
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