La dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, o los trastornos del sueño asociados con el deterioro del funcionamiento diurno, afectan hasta a un tercio de la población adulta. El insomnio crónico también puede conducir a un mayor riesgo de depresión y al uso crónico de medicamentos hipnóticos.
Además del tratamiento farmacológico, existen alternativas para tratar el insomnio, como los ejercicios de relajación, la terapia cognitiva conductual y los productos no farmacológicos que pueden mejorar tanto el inicio del sueño como la calidad de este.
También algunos alimentos y bebidas contienen compuestos que ayudan a controlar partes del ciclo del sueño, lo que significa que pueden favorecer que una persona se duerma y permanezca dormida.
El kiwi (Actinidiaceae) es una fruta nativa del este de Asia que contiene muchos compuestos útiles desde un punto de vista de la salud, como vitaminas y minerales. También es un potente antioxidante gracias a su alto contenido en vitaminas C y E, flavonoides, antocianinas y carotenoides. Puesto que los pacientes con trastornos del sueño y diversos estados neuropsiquiátricos presentan mayores niveles de estrés oxidativo, sus propiedades antioxidantes pueden ser beneficiosas en estos pacientes. Tiene también un alto contenido de serotonina, un neurotransmisor que está relacionado con el movimiento rápido de los ojos (REM) y cuyos bajos niveles pueden causar insomnio. Además, el kiwi es rico en folato, y el insomnio es una de las enfermedades neuropsiquiátricas secundarias a la deficiencia de folato.
Por lo tanto, consumir kiwi de forma habitual por la noche podría ser beneficioso para mejorar la calidad del sueño en quienes padecen este tipo de trastornos. Así lo demuestran los resultados de un estudio que evaluó los efectos del consumo de kiwi usando diarios de sueño, un cuestionario estándar de calidad del descanso y diversas medidas adicionales de su calidad y cantidad en personas que experimentaban algún trastorno del sueño. En el estudio participaron 22 mujeres y 2 hombres de entre 20 y 55 años que, durante un periodo de cuatro semanas, comieron dos kiwis una hora antes de acostarse.
Después de cuatro semanas de consumo de kiwi, los investigadores encontraron mejoras significativas en varias medidas de sueño:
En resumen, el consumo de dos kiwis por la noche una hora antes de acostarse durante cuatro semanas mejoró el inicio, la duración y la eficiencia del sueño en adultos con trastornos del sueño.
El sueño es un proceso vital en el organismo, durante el cual tienen lugar numerosas funciones, como la conservación de la energía, la recuperación del sistema nervioso, la consolidación de la memoria y la regulación emocional. Dormir mal es la causa o bien exacerba un amplio rango de patologías y empeora la calidad de vida. Por esta razón, es importante cuidar nuestro sueño para que sea de la duración suficiente y de buena calidad. Incluir kiwi en nuestras comidas, especialmente por la noche, puede ayudarnos a dormir bien, a levantarnos más descansados y a sentirnos mejor.
Bibliografía
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