Blog

La relación entre la microbiota y el cerebro

Salud digestiva

Durante mucho tiempo se ha sospechado un vínculo entre la microbiota intestinal y el cerebro, pero en las últimas décadas, numerosos estudios han empezado a demostrar efectos bidireccionales entre la microbiota del tracto digestivo y el sistema nervioso central. Es lo que se conoce como “eje intestino-cerebro1,2.

Aunque el perfil de la microbiota de cada persona es distinto, y va cambiando a lo largo de la vida, la abundancia y distribución en el intestino de los diferentes tipos de bacterias es similar entre individuos sanos. Esta comunidad microbiana tiene importantes funciones metabólicas y fisiológicas para el huésped y contribuye a su homeostasis durante la vida1,2.

Las alteraciones en las interacciones entre la microbiota y el cerebro se han implicado en la patogénesis de los trastornos cerebro-intestinales clásicos como el síndrome del intestino irritable y otros trastornos gastrointestinales funcionales, así como en patologías psiquiátricas y neurológicas que incluyen trastornos afectivos, trastornos del espectro autista, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple y dolor crónico1-3.

Algunos de los mecanismos por los que la microbiota intestinal afecta al cerebro son la producción, expresión y recambio de neurotransmisores; la protección de la barrera intestinal, y la regulación inmunológica de las mucosas. A su vez, el cerebro puede afectar a la microbiota intestinal por alteraciones en la producción de moco y de la biopelícula, la motilidad, la permeabilidad intestinal y la función inmunológica1,3.

Puesto que la dieta es uno de los principales factores que intervienen en la configuración de la composición de la microbiota intestinal a lo largo de la vida, puede tener un papel en la modulación de la microbiota y, en última instancia, de la comunicación intestino-cerebro. De hecho, se ha demostrado que las intervenciones dietéticas a corto plazo pueden inducir cambios rápidos en la composición de la microbiota, asociados a variaciones drásticas en la cantidad de fibra dietética, a través del aumento del consumo de alimentos, como frutas y verduras con alto contenido de fibras prebióticas4,5.

El papel de los prebióticos

Los prebióticos son sustratos que, al alcanzar el intestino grueso, tienen un efecto selectivo sobre el crecimiento microbiano para conferir un beneficio para la salud. Son ejemplos de prebióticos las pectinas, inulina, fructooligosacáridos y galactooligosacáridos4.

Muchas frutas, semillas y verduras contienen altos niveles de polisacáridos y fibras dietéticas y pueden tener efectos prebióticos. Una fruta rica en polisacáridos pécticos y fibra dietética es el kiwi, que, en algunos estudios, ha demostrado tener efectos prebióticos sobre la microbiota intestinal, favoreciendo el crecimiento de Lactobacillus y Bifidobacterias (especies de bacterias beneficiosas para el organismo) y mejorando, por tanto, la salud digestiva y el sistema inmune4,6.

Así pues, una dieta variada, con abundantes frutas y verduras frescas, puede ser una estrategia sencilla para modular de forma natural la microbiota y cuidar de la salud y el bienestar.

Referencias:

  1. Carabotti M, Scirocco A, Maselli MA. The gut-brain axis: interactions between enteric microbiota, central and enteric nervous systems. Ann Gastroenterol. 2015; 28: 203-9.
  2. Gómez-Eguílaz M, Ramón-Trapero JL, Pérez-Martínez L, et al. El eje microbiota-intestino-cerebro y sus grandes proyecciones. Rev Neurol. 2019; 68:111-117.
  3. Martin CR, Osadchiy V, Kalani A, et al. The Brain-Gut-Microbiome Axis. Cell Mol Gastroenterol Hepatol. 2018; 6:133-48.
  4. Berding K, Vlckova K, Marx W, et al. Diet and the Microbiota-Gut-Brain Axis: Sowing the Seeds of Good Mental Health. Adv Nutr. 2021; 12(4):1239-1285.
  5. Alvarez J, Fernández Real JM, Guarner F, et al. Microbiota intestinal y salud. Gastroenterol Hepatol. 2021; 44(7): 519-35.
  6. Kun Lee Y, Yi Low K, et al. Kiwifruit (Actinidia deliciosa) changes intestinal microbial profile. Microb Ecol Health Dis. 2012; 23(1):18572.
Zespri
Equipo científico de Zespri

déjanos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

comentarios

Todavía no hay ningún comentario en esta entrada
x
¿quieres estar
al día?