El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional gastrointestinal crónico que se caracteriza por síntomas de dolor abdominal, distensión abdominal y alteración del hábito intestinal, como estreñimiento, diarrea o ambos, sin que exista un trastorno orgánico subyacente. El SII tiene un efecto importante en la calidad de vida de los pacientes, afecta su vida laboral y es la causa de un elevado número de consultas1,2.
El principal objetivo del tratamiento de los pacientes con SII es aliviar los síntomas gastrointestinales. Sin embargo, debido a los múltiples síntomas descritos por los pacientes, no resulta fácil que el tratamiento sea satisfactorio1,3.
Actualmente, existe la tendencia a elegir un enfoque más holístico que combina terapias farmacológicas (anticolinérgicos, antiespasmódicos y antidiarreicos) con terapias no farmacológicas, como la manipulación dietética, el ejercicio o la terapia cognitivo-conductual1,3.
Casi dos tercios de los pacientes con SII perciben que sus síntomas gastrointestinales están relacionados con los alimentos. Una dieta con evidencia cada vez mayor de eficacia para el tratamiento del SII es la dieta baja en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles de baja fermentación (FODMAP). Los FODMAP son hidratos de carbono de cadena corta que pueden llegar al colon sin digerir, como la fructosa, la lactosa, los polioles, los fructanos y los galactooligosacáridos2,3 pudiendo ser causa de gases, hinchazón y dolor abdominales en determinados pacientes.
No todos los FODMAP exacerban los síntomas abdominales en pacientes con SII, sino que la presencia y el grado de síntomas abdominales depende del grado de malabsorción experimentado por el individuo1.
Entre las verduras, tienen un bajo contenido en FODMAP la zanahoria, el tomate, el pepino, la berenjena, las endivias y las espinacas, mientras que deben evitarse las alcachofas, los espárragos, el repollo, el ajo, los puerros y la cebolla. Las legumbres también deben restringirse por su alto contenido en FODMAP1,2.
Entre las frutas, contienen una baja cantidad de FODMAP el kiwi, el plátano, las moras, el melón, el pomelo, los cítricos, la piña y las frambuesas; en cambio, son ricos en FODMAP la manzana, pera, cerezas, mango, nectarinas, ciruela y sandía1,2.
En general, los productos lácteos deben evitarse, aunque puede consumirse leche o yogures sin lactosa, así como algunos quesos. La carne, el pollo, los pescados y mariscos, los huevos, la quinua y el arroz pueden formar parte de una dieta baja en FODMAP1,2.
En particular, el kiwi, tanto la variedad Zespri™ Green como Zespri™ SunGold, se han probado clínicamente en pacientes con SII con predominio de estreñimiento y estreñimiento funcional y ha demostrado ser bien tolerados y tener numerosas ventajas en términos de reducción de síntomas como el dolor abdominal, flatulencia, hinchazón abdominal entre otros4,5.
Así pues, una selección adecuada de los alimentos a incluir en la dieta puede ser una herramienta eficaz para aliviar los síntomas en pacientes con SII.
Referencias:
déjanos un comentario