Supongo que compartirás conmigo la experiencia de los numerosos pacientes que acuden a nuestra consulta aquejados de estreñimiento, y que nos indican que este les provoca una gran sensación de hinchazón y de distensión abdominal, unas molestias que frecuentemente las refieren como invalidantes. A menudo, estos pacientes refieren que padecen estas molestias a pesar de que hacen una dieta “muy sana”. Tal y como se les ha aconsejado consumen una gran cantidad de fibra cada día, cereales integrales, frutas y verduras, etc… De hecho, las guías nacionales e internacionales para el manejo del estreñimiento aconsejan un adecuado consumo de fibras, junto con hábitos de vida saludables, como el primer paso para el manejo del estreñimiento crónico1,2. Sin embargo, un problema colateral que tiene el consumo de fibras es que estas favorecen la fermentación bacteriana y la producción de gas intestinal. El gas intestinal, en condiciones normales es expulsado rápidamente del intestino sin producir molestias abdominales. No obstante, aquellos pacientes con un tránsito intestinal lento, o con una sensibilidad visceral aumentada, como los pacientes con síndrome de intestino irritable, presentan una alteración en el manejo de los gases intestinales que se traduce en una tendencia a retener gases y a producir hinchazón y distensión abdominal3,4. Dado que una de las fuentes principales de gas intestinal es el consumo de polisacáridos fermentables, es especialmente importante modular el consumo de estos sustratos en la dieta de los pacientes5.
Existen dos tipos de fibras en la naturaleza: las fibras solubles, que al llegar al colon van a ser fermentadas y producir gases y ácidos grasos de cadena corta y las fibras no-solubles, que van a realizar su efecto incrementador del bolo fecal sin que se produzca fermentación. En la naturaleza, estas fibras siempre están presentes de forma conjunta en los alimentos, aunque con diferentes proporciones dependiendo de cada alimento específico.
La fruta kiwi de la variedad verde es rica en fibra, contiene 1.4-3.0 gr de fibra por 100 g. De esta fibra, la mayoría es fibra no soluble, principalmente celulosa y hemicelulosa que no se asocian a fermentación bacteriana, y solamente una tercera parte es fibra soluble, principalmente polisacáridos pécticos6.
Otra ventaja del kiwi de la variedad verde es que tiene un efecto procinético sobre el tránsito intestinal, es decir, el consumo de kiwi de la variedad verde acelera el tránsito intestinal7. Como consecuencia, el exceso de gas que se produce durante la fermentación bacteriana se puede movilizar con mayor rapidez fuera del intestino, evitándose la molesta retención de gas y la hinchazón subsiguiente. En un estudio reciente que hemos tenido la ocasión de realizar en nuestro centro, hemos estudiado las respuestas a la infusión de gas en el intestino tras 2 semanas de una dieta estandarizada suplementada o no con la ingesta de kiwis. El resultado ha sido que la ingesta de 2 piezas de kiwi de la variedad verde (ZespriTM Green) cada mañana aumentaba la frecuencia de las deposiciones y mejoraba la consistencia de las heces, sin alterar el tránsito de gas intestinal, sin producir sensación de hinchazón subjetiva y sin que se produjese un incremento objetivo del perímetro abdominal8. Este estudio, añade más evidencia sobre los efectos beneficiosos del kiwi de la variedad verde en el tratamiento del estreñimiento9,10, pero además, nos aporta evidencia científica de que estos frutos son especialmente adecuados en aquellos pacientes que además de la dificultad para la evacuación, presenten hinchazón y distensión abdominal, unos conocimientos que nos pueden ser de especial utilidad a la hora de dar consejo dietético sencillo, pero eficaz, a nuestros pacientes.
Referencias
déjanos un comentario